Llamamos valores a todo aquello
que enriquece a la persona y contribuye a su perfeccionamiento.
Los valores
son modelos de realización personal que orientan nuestras decisiones y
comportamientos; son guías de conducta, nos ayudan a encontrar sentido a lo
que hacemos, a tomar decisiones y resolver problemas.
El valor es
la convicción que tiene cada ser humano de que algo es bueno o malo, de que
algo conviene o no.
Sirven como
referencia y punto de partida. Muchas de nuestras decisiones inmediatas o los
planes a largo plazo, están influidos por el sistema de valores que cada uno
tiene. Todo lo que una persona considera importante está relacionado con sus
valores individuales, y en la medida en que uno respete y realice los valores
en los que cree, mejorará la satisfacción personal.
Educar en
valores a los hijos es una de las tareas más importante que deben llevar a
cabo los padres y educadores. Son ellos los que deben de propiciar el
descubrimiento de valores importantes y contribuir a que poco a poco los
hijos vayan creando una escala de valores que oriente sus conductas de forma
coherente; ya que estos van a tener mucha importancia en el ajuste personal,
social, familiar y profesional de la persona.
|
||||||||
- Los padres
deben enseñar a los hijos a tener criterios con los que vivir, enseñarles a
razonar, a tener juicio crítico, a discernir lo que les conviene o no.
- La tolerancia es un valor universal, es el fundamento de toda educación
y es pieza clave para educar en la pluralidad. Es una forma de enseñar a los
hijos a ser solidario con la realidad propia de los demás.
- Hay otros valores como la sinceridad, la lealtad, la bondad, la
generosidad, el respeto, el optimismo, etc. que son realmente importantes, y
que se deben transmitir a los hijos desde que estos son pequeños.
- Otro valor es la responsabilidad. Es muy importante que los hijos
aprendan a prever las consecuencias de tomar una determinada decisión, y a
ser responsables con las decisiones tomadas.
- Enseñarles a saber renunciar a lo que no les conviene, aunque
aparentemente sea algo muy apetecible e interesante para ellos.
- Fomentar en los hijos el autocontrol y desarrollar la capacidad de
autodominio. Esto les va a ayudar a controlar un impulso, resistir el dolor,
terminar las tareas empezadas, aceptar alguna contrariedad, etc.
- Enseñarles a poner en práctica proyectos personales y educar en el
esfuerzo. De esta forma irán adquiriendo el entrenamiento que van a necesitar
para conseguir las metas que se propongan, aprenderán que esforzarse es lo
más natural, y que gran parte de las cosas valiosas de la vida requieren
esfuerzo y responsabilidad.
|
||||||||
|
||||||||
- No se
puede transmitir algo que no se tiene. Por consiguiente, es muy importante
que los padres se refuercen en valores para poder educar a sus hijos en esos
objetivos y que transmitan aquello que ellos intentan vivir. Sabemos que una
forma de aprender es por imitación de modelos, por ello es muy importante que
los padres sean los modelos principales para los niños.
- No imponer los valores a la fuerza. Los padres pueden orientar o
sugerir, pero no obligar a adoptar los valores que ellos no quieren.
Este modo de proceder de los padres requiere de mucha paciencia y
constancia. Por ello es aconsejable que los padres empiecen a darles
responsabilidades a los hijos desde que estos son muy pequeños.
Aunque en un principio estas responsabilidades sean insignificantes, se
les está haciendo un gran bien a los pequeños. De esta forma, los niños se
van dando cuenta de sus pequeños progresos, y van aprendiendo que con
esfuerzo se pueden obtener muchos avances.
|
||||||||
Dª. Trinidad Aparicio Pérez
Psicóloga clínica. Psicóloga escolar
Universidad
de Granada
No hay comentarios:
Publicar un comentario